En este sentido, los satélites han ayudado mucho a la hora de comprender mejor cómo ha sido la actividad eléctrica de nuestro planeta en las últimas décadas. Los sensores que se encuentran en el espacio han ofrecido a los científicos observaciones de relámpagos con mucha calidad desde la década de los 90 del siglo pasado. Esto permite que los científicos atmosféricos cuantifiquen la actividad eléctrica y confeccionen mapas globales con la distribución de los relámpagos.
¿Y dónde se encuentra el lugar de la Tierra en el que se producen más relámpagos? En 2016 se hizo público un estudio en el que se revelaba la localización del punto más caliente de relámpagos del planeta: el Lago Maracaibo, en Venezuela. Este lugar desbancó a la anterior zona que ostentaba el récord: la cuenca del Congo, en África.
“El patrón del Lago de Maracaibo de flujo de viento convergente (brisas de montaña-valle, lago y mar) ocurre sobre las cálidas aguas del lago casi todo el año y contribuye al desarrollo de tormentas nocturnas 297 días al año en promedio”, dicen los científicos en el citado estudio. “Estas tormentas están muy localizadas, y su desarrollo persistente anclado en un lugar explica la alta densidad de destellos. También se observan otros lagos interiores con condiciones similares, es decir, convección nocturna profunda impulsada por un flujo convergente forzado localmente sobre una superficie lacustre cálida”, afirman. El estudio es fruto del análisis de un conjunto de datos reprocesados que abarca un período de 16 años.
África es el continente con más puntos calientes de relámpagos, seguido de Asia, Sudamérica, Norteamérica y Australia. Un mapa climatológico de la hora local de máxima densidad de relámpagos revela que la mayoría de los máximos totales de relámpagos oceánicos están relacionados con tormentas eléctricas nocturnas, mientras que los relámpagos continentales tienden a producirse por la tarde. La mayoría de los principales máximos continentales se localizan cerca de grandes cadenas montañosas, revelando la importancia de la topografía local en el desarrollo de las tormentas eléctricas.
La frecuencia con la que se producen los rayos y los relámpagos en la Tierra ha sido objeto de interés y estudio durante décadas. La primera estimación de la tasa global de relámpagos fue de 100 relámpagos por segundo (fl s–1) y se basó en un número promedio de relámpagos por tormenta y recuentos de tormentas registrados por varias estaciones meteorológicas de superficie.
Uno de los primeros mapas que informaba de la actividad eléctrica atmosférica a nivel global se publicó en 2001 con datos del Detector Óptico de Oscilación Transitoria (OTD, en sus siglas en inglés) y el Sensor de Imágenes de Relámpagos (LIS) en el satélite Misión de Medición de Lluvias Tropicales (TRMM) de la NASA.
Veinte años más tarde, un segundo LIS, esta vez ensamblado en la Estación Espacial Internacional se une a los registros a largo plazo y crea mejores mapas y más nuevos sobre la actividad eléctrica atmosférica global.
Referencias:
- AlbrecTt, R. I., Goodman, S. J., Buechler, D. E., Blakeslee, R. J., & Christian, H. J. (2016). Where Are the Lightning Hotspots on Earth?. Bulletin of the American Meteorological Society, 97(11), 2051-2068. https://doi.org/10.1175/BAMS-D-14-00193.1
- Blakeslee, R. et al. (2020) Three Years of the Lightning Imaging Sensor Onboard the International Space Station: Expanded Global Coverage and Enhanced Applications. JGR Atmospheres, 125 (16), 1-15.
- Christian, H. et al. (2003) Global frequency and distribution of lightning as observed from space by the Optical Transient Detector. JGR Atmospheres, 108 (DI), 4-15.
- Voiland, A. A New Look at Earth’s Lightning. https://earthobservatory.nasa.gov/images/149301/a-new-look-at-earths-lightning
Curiosidades:
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